·Desde hace tiempo, tengo la costumbre de tratar de ir cogiendo las cositas casi como vienen.
Si es cierto, que siempre que puedo, intento 'verlas venir' para que de esa forma no me pillen tan de sorpresa :-)
Como dice el refrán "No es más feliz más quien hace lo que quiere, sino quien quiere lo que hace"
En ocasiones, por mucho empeño que pongamos, parece que las cartas con las que nos ha tocado jugar, están casi casi marcadas, repartidas con mala gana, y es cuando viene bien recurrir al dicho popular "Si las cartas que te han tocado no te gustan, no te quejes, y busca otras con las que jugar".
Cierto que no siempre es fácil, que no siempre encontramos la ocasión, pero que carajo, para que están l@s amig@s, además de para fastidiar cuando "les viene en gana" :-) .
Así como en con frecuencia parece que la vida va sobre 'raíles', bien alineados, de forma que apenas percibimos sobresaltos, de vez en cuando, parece que dejamos la relativa comodidad de un tren, para zarandearnos como si estuviéramos descendiendo por los rápidos de un río, entre saltos, giros, vueltas, incluso puede que algún chapuzón·
Si es cierto, que siempre que puedo, intento 'verlas venir' para que de esa forma no me pillen tan de sorpresa :-)
Como dice el refrán "No es más feliz más quien hace lo que quiere, sino quien quiere lo que hace"
En ocasiones, por mucho empeño que pongamos, parece que las cartas con las que nos ha tocado jugar, están casi casi marcadas, repartidas con mala gana, y es cuando viene bien recurrir al dicho popular "Si las cartas que te han tocado no te gustan, no te quejes, y busca otras con las que jugar".
Cierto que no siempre es fácil, que no siempre encontramos la ocasión, pero que carajo, para que están l@s amig@s, además de para fastidiar cuando "les viene en gana" :-) .
Así como en con frecuencia parece que la vida va sobre 'raíles', bien alineados, de forma que apenas percibimos sobresaltos, de vez en cuando, parece que dejamos la relativa comodidad de un tren, para zarandearnos como si estuviéramos descendiendo por los rápidos de un río, entre saltos, giros, vueltas, incluso puede que algún chapuzón·
·Esta semana, casi sin querer, mientras hablaba de proyectos, de ideas, descabelladas como las que más, por aquello de "A Grandes Males, Grandes Remedios", a pesar de que no era como para tomárselo a broma, no lo pudimos (o no quisimos?) remediar, y mientras comentamos los pormenores, la forma de abordar la nueva situación laboral, casi sin darnos cuenta, fuímos pasando de un tema al otro, hasta comentar algunas de las situaciones que se pueden dar en la consulta de la seguridad social.
Aunque no solemos frecuentar las consultas, principalmente por la falta de tiempo :-) comentamos que con la cantidad de personas que acuden cada día a las consultas, con lo delgado que son las paredes, con la falta de insonorización, con que las puertas de acceso a la consulta con frecuencia se quedan apenas entornadas, si bien la intimidad está más o menos preservada, si que debe ser fácil, que algo tan sencillo como el uso del estetoscopio o fonendoscopio, sobre el pecho o la espalda, debido a que por lo general está más frio que el cuerpo, procude un pequeño sobresalto, un pequeño 'quejido'.
O cuando nos examinan los reflejos, que nos dan un golpe suavecito en la rodilla, o cuando se empeñan en introducirnos la 'paletina' en la boca, para observarnos la garganta, que casi casi nos producen arcadas.
Y si vamos con alguna dolencia, que parece que la mejor forma de ver como estamos es 'tocando' precisamente donde más nos duele.
Y que decir cuando nos quitan un vendaje que tras el sobresalto de que nos tiren del esparadrapo, la sensación de bienestar que nos queda cuando nos van liberando de la presión, cuando notamos que la sangre vuelve a fluir.
Como todas estas exclamaciones lleguen a la sala de espera, sería normal que las personas que aguardan su turno estuvieran un poco preocupadas, de tanto oir "Ahhy, Siga, Como duele, Uhhmmmm, Aggghhhhh', y algunas otras expresiones que seguro hemos oido.
De algo tan vanal, nos estuvimos riendo a principios de semana, imaginando lo que podíamos liar, de ir un día y exagerar un poco las expresiones, los quejidos y los lamentos.
Cierto también que la situación laboral no cambio en nada, que la posibilidad de trabajo que dió comienzo a la charla no ha prosperado, pero precisamente por eso, mereció la pena ese ratito de risas sanas, con ganas, de las que hacen que la gente que por allí cerca estaban se quedaran mirando a que era debido semejante alboroto.
Recuerden, aprovechen que todavía no cobran impuestos por las Risas :-)
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Aunque no solemos frecuentar las consultas, principalmente por la falta de tiempo :-) comentamos que con la cantidad de personas que acuden cada día a las consultas, con lo delgado que son las paredes, con la falta de insonorización, con que las puertas de acceso a la consulta con frecuencia se quedan apenas entornadas, si bien la intimidad está más o menos preservada, si que debe ser fácil, que algo tan sencillo como el uso del estetoscopio o fonendoscopio, sobre el pecho o la espalda, debido a que por lo general está más frio que el cuerpo, procude un pequeño sobresalto, un pequeño 'quejido'.
O cuando nos examinan los reflejos, que nos dan un golpe suavecito en la rodilla, o cuando se empeñan en introducirnos la 'paletina' en la boca, para observarnos la garganta, que casi casi nos producen arcadas.
Y si vamos con alguna dolencia, que parece que la mejor forma de ver como estamos es 'tocando' precisamente donde más nos duele.
Y que decir cuando nos quitan un vendaje que tras el sobresalto de que nos tiren del esparadrapo, la sensación de bienestar que nos queda cuando nos van liberando de la presión, cuando notamos que la sangre vuelve a fluir.
Como todas estas exclamaciones lleguen a la sala de espera, sería normal que las personas que aguardan su turno estuvieran un poco preocupadas, de tanto oir "Ahhy, Siga, Como duele, Uhhmmmm, Aggghhhhh', y algunas otras expresiones que seguro hemos oido.
De algo tan vanal, nos estuvimos riendo a principios de semana, imaginando lo que podíamos liar, de ir un día y exagerar un poco las expresiones, los quejidos y los lamentos.
Cierto también que la situación laboral no cambio en nada, que la posibilidad de trabajo que dió comienzo a la charla no ha prosperado, pero precisamente por eso, mereció la pena ese ratito de risas sanas, con ganas, de las que hacen que la gente que por allí cerca estaban se quedaran mirando a que era debido semejante alboroto.
Recuerden, aprovechen que todavía no cobran impuestos por las Risas :-)
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4 comentarios:
Ya que es gratis"todavia",tambien es buena para el alma.
Una buena terapia de risas,y te quedas como nuev@.
:-) Juraito que si, que merece la pena, reirse de casi todo, mientras se pueda :-)
Aunque no tengo del todo claro, si lo aprendí en la escuela, o fue una de esas tardes que andaba entre plataneras, tomateros, esas playas de callaos, esas fincas de millo, las hogueras de San Juan, las Verbenas.
Pero si, Merece la pena.
Esas risas,esos momentitos son una buena 'medicina'.Disfruta y vé a la consulta para que te hagan un buen 'chequeo',pero acompañado ehhhh!!!
Cui
Acompañado? A la consulta?
Todavía no se me había ocurrido, pero es algo a tener en cuenta.
Empezar con las risas mientras estamos fuera, y ver si aguantamos y terminamos dentro :-P
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