31 agosto, 2008

Cartas de Pluma y Papel


Con que facilidad, podemos asociar unas letras, unas palabras, con hechos, incluso con cosas por hacer.
Lo que no me resulta para nada fácil, es acostumbrarme a mantener las ideas, algunas, para ser más exacto, donde deberían de estar, reservadas, casi como si de la mismísima caja de Pandora se tratara.

Años ha, cuando todavía no disponíamos de Internet, aunque ya teníamos acceso a la telefonía de toda la vida, de fijo a fijo, para poder estar en contacto con quien estaba un poco más lejos, para saber de quien no andaba a 'Tiro de Piedra' casi casi no quedaba otro remedio que utilizar el correo tradicional·

·Casi por hablar en voz alta, me voy a ver en medio de otro embrollo, aunque en esta ocasión, el verme o no envuelto no depende del todo de mi, sino que estoy a la espera de que me den "La Aprobación".

En medio de una conversación, de una charla pausada, con la calma propia de saber que l@s dos andamos ajetreados, que si mantenemos la charla, además de por que nos apetece, es casi casi por llevar la contraria a esa vocecilla que apenas se atreve a susurrarnos, que ya es hora de empezar a hacer cosas más productivas, de dejar la cháchara, y seguir en las cosas que teníamos previsto hacer, pero que caraj*, parece que en eso también coincidimos un poco l@s dos, preferimos casi siempre, saborear un poco el momento, aunque sepamos de antemano, que a continuación nos vamos a ver como se suele decir "con el cul* a dos manos", sobre todo si queremos cumplir los plazos, mantener lo que dijimos sin acordarnos de los imprevistos que pueden surgirnos.

Bueno, para no alejarnos demasiado de la verdad, decir que estas conversaciones son imprevistas, casi casi es como decir que hacer una pausa en la jornada para tomar café es un imprevisto, sobre todo si tenemos en cuenta que buscamos alguna de las cafeterías donde es más que probable que podamos encontrar con quien compartir el cálido momento de sentarnos, pedir un café, esperar apenitas a que lo sirvan, hacer una pausa cada dos por tres, cuando cualquiera de l@s dos decide darle un buchito a la taza, cuando te paras a mirar, si quien en ese momento está saboreando el café también, casi sin querer, entrecierra los ojos, casi deja perdida la mirada, cuando te das cuenta de que no solo tu mantienes la taza, algo cálida todavía entre las manos, para preservar parte de ese calor.

Si además de pasar por casualidad por estos sitios, buscamos la hora aproximada en que es probable que coincidamos con quien andamos buscando, si esto es un imprevisto en medio de la jornada laboral, estas charlas, a raíz de una de las cuales me veré en medio de otro Jaleo, también pueden estar englobadas dentro de los imprevistos con los que contábamos tener :-)

Comentamos lo fácil que es estar al día, de las cosas que nos van ocurriendo, debido a las nuevas tecnologías, y comentamos también, que hace tiempo, cuando las cosas se decían con Pluma y Papel, nos llevaba un poco más, y que hoy en día, poca comunicación quedaría.

Defiendo la teoría, en general, de que con algo de voluntad, se pueden conseguir algunas cosas, y aquí estoy, casi dispuesto a mantener, mediante cartas de Boli y Papel, además de por mail, por supuesto, una conversación con quien en breve va a estar de viaje.

Todo sea por mantener las buenas costumbres, por mantener lo dicho, aunque suponga volver a escribir, a comprar los sellos de toda la vida, los que casi siempre terminamos humedeciendo con la boca, cuidando de no cortarnos la lengua.
Todo sea por seguir siendo como dicen que soy :-)
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